lunes, 16 de julio de 2007

02.- "Yo sí siento tu amor"

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EL AMOR NO ES:
01.-UN SENTIMIENTO.

Mi Diario. Reunión del ventiocho de junio de 2003. Sábado.

Se forma el grupo.

Reunión de Grupo:
Ayer sábado, escribo hoy domingo, antes de salir con José Carlos, después de la Misa en El Madroñal con Don Matías, nos reunimos un rato con Carlos. Hoy vino también su encantadora mujer, Elena, y se reunió con nosotros. Estábamos Mónica y Francisco Javier, Isabela y Juan Carlos, Magdalena y Pedro, que aunque no hicieron el Cursillo con nosotros desde que los invitó Carlos a esta Misa no se pierden ni una, Chiara y Giorgio, que se casaron el año pasado, en diciembre, pero que no había hecho el cursillo y lo hicieron con nosotros y José Carlos y yo. No vinieron Tomás y María porque tiene la boda en puertas.
Yo salté en cuanto pude. ¡Cómo que el amor no es un sentimiento! ¡Claro que sí! Y conté, muy someramente, y sin detalles, claro está, nuestra excursión a La Aldea y los maravillosos momentos vividos en “nuestra roca”.
Queríamos hablar todos y defender todos nuestros puntos de vista. Carlos nos dejó hablar y hablar. Por fin, Chiara sacó de su bolso una carta y nos pidió que escucháramos lo que ella le escribió a Carlos, ante esa misma duda y la respuesta de él.
Guarda la carta como oro en paño. La ha leído cientos de veces. Se hizo tal silencio al escucharla que parecía que estábamos en oración. Se volvió abrir la polémica pero ya había una idea madre sobre el amor bien clara.
El amor no es un sentimiento. Puede vivirse y se vive de hecho muchas veces muy fuerte sin “sentirse”. Pero está ahí, en la voluntad, en la entrega de toda la persona, que persiste y persiste en su afán de amar.
Con todo y esta es la más maravillosa maravilla que debemos “los enamorados” agradecer inmensamente a nuestro Dios, a nuestro Padre y Creador, el sentimiento, el sentir el amor, el que llegue y empape nuestra sensibilidad es un regalo del Señor, que así nos hizo.
El amor no es un sentimiento, pero un sentimiento placentero le acompaña casi siempre.
Es su compañero natural.
Aquí Mónica, siempre tan encantadora y modosita, pero realista y eficaz, (será que el huerto y la agricultura, el contacto con la naturaleza, casi de continuo, le abre el corazón) nos invitó a formar “un grupo.” Un grupo de oración, de estudio o reflexión sobre temas matrimoniales, de fe o de educación, de amistad y hasta de diversión Los que estábamos, los diez, aceptamos todos. Mónica ya había hablado el tema con María y Tomás que habían aceptado encantados. Carlos dijo de acuerdo, que haríamos una prueba a ver cómo nos iba, pero sin compromiso que nos atara. Cada semanas o cada dos semanas, según conviniera, tras la Misa, haríamos una reunión algo más larga donde hicimos el cursillo, para dialogar, charlar, rezar, y hasta reír y cantar.
Vamos a ir profundizando los temas del cursillo, un poco sin orden, el que más nos preocupe en cada momento y terminaremos con una lectura del Evangelio ad doc, un canto o una oración siempre compartida. Nos apetece y creo que será bueno para el rodar de nuestras parejas, tanto porque echaremos fuera muchas cosas y temas que sino se quedan sin hablar como porque al ser varias parejas compartiremos opiniones y puntos de vistas nuevos y diversos.
Un beso, querido Diario. Mil para ti, José Carlos. Buenas noches amor. Buenas noches Amor. Ana.
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