lunes, 16 de julio de 2007

14.- ""No es un comercio. Sí, darse en donación"

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Mi Diario a seis de septiembre de 2003.
Segunda carta sobre el tema.

A María Luisa y Mario.
El amor: No exigir nada a cambio.

Querida María Luisa:
Efectivamente no podemos exigir “nada a cambio” cuando amamos de verdad. Con ello convertimos el amor en un comercio, nuestra persona en mercader, y rebajamos la persona amada de persona a cosa, de ser humano a mercancía, de igual a máquina de expender lo que mediante nuestra moneda pagándolo compramos.
No he podido llamarte para vernos pues estaré fuera unos largos días, y aunque la reunión permanece en pie, tampoco quería que te sintieras abandonada en el desierto de tu incomprensión y soledad.
No te angusties, todo volverá a sus causes, todo irá a su término, porque Mario es un chico generoso que te ama de verdad pero que debe estar pasando por un túnel de inconformismos y desasosiegos.
Él sabe el valor de amor y sabe que tú eres su vida y el gran valor de su vida.
Él sabe que el amor es una entrega generosa a fondo perdido. Que es la más maravillosa aventura al entregarme a ti en la confianza y esperanza de ser correspondido, pero sin exigencia alguna.
El amor ni es ciego, ni es tonto. Sí, las personas que aman, somos a veces ciegas y tontas. Pero el amor, no.
Claro que a veces tenemos la tentación de comercializar con el amor, de intercambiar amor como si fuera una mercadería porque el hombre en lo más profundo de su ser siente y tiene una necesidad imperiosa e insatisfecha, casi insaciable, de ser amado.
Pero esa necesidad, inherente y consustancial del ser humano, imagen y semejanza del Dios que ama y quiere ser correspondido, - no hay verdadero amor sin deseo y esperanza de correspondencia del ser amado, - precisamente tiene que ser saciada en la libertad del amado, para que por propia elección se convierta en amante. ¿Qué valor tendría un amor exigido, obligado en el otro? Es precisamente la donación en libertad de la pareja, del amante- porque le nace y le nace porque ama, - la que proporciona la mayor felicidad en el amado. No tengo la obligación de darle nada, nada me exige, simplemente me ama. ¿Hay mayor felicidad en el amor que ser amado así, “sin exigencia alguna?”
Dios es el ser que más nos ama. No hay amor como su amor. Y sin embargo nos deja en plena libertad para la correspondencia. Siempre, sí, tiene su mano extendida hacia nosotros, pero nunca no agarra si nosotros primero no nos agarramos a Él o hacemos el gesto deseoso de agarrarnos. Nadie jamás nos ha dejado más libre que Dios, nuestro Creador. ¿Acaso puedes recordar un solo instante en que Dios te haya obligado a algo?
¿Te acuerda de la parábola del Hijo Pródigo? Con qué generosidad el Padre da la mitad de la herencia al hijo aventurero y viajero aún a sabiendas, cómo no lo iba a saber Dios, como no lo iba a intuir un Padre, de que sería desparramada y tirada en francachelas, despilfarrada en vicios y mujeres y gastada en banquetes y juergas.
Bien, volvamos a Mario. Ten fe. En cuanto charlemos un rato y reflexionemos juntos en presencia de Jesús, en la realidad de vuestro amor, volverá generosamente a tus brazos, a esos hermosos y cariñosos brazos, generosos en el perdón y el olvido, de los que no debió salir.
Con mi cariño y prometiéndote de nuevo veros muy pronto, un beso fuerte, Carlos.
(Publicado en Cathilic.net por el Autor del libro)

Reunión de Grupo:
Sin exigencia alguna. Así concluyó Elena en la reunión de grupo que debe ser el amor, todo amor. Si se exige, si intercambiamos dones, si te amo para que me ames comercializó "nuestro" amor. Intercambio amor. Compro y vendo amor. Sabes, mi querido Diario, huele a falso.
Durante bastante tiempo estuvimos comentando cómo hoy en día muchas parejas, muchas personas no entienden el dar, darse, in recibir nada a cambio. Mira, decía Pedro, yo siempre había creído que amar sin recibir nada era una perfecta primada. Vamos, hacer el canelo. Y Magda siempre me decía que tuviera cuidadito, que ella no estaba dispuesta a darme, amarme y amarme y nunca recibir nada de mí. Qué eso ni hablar. Al final la idea madre dl tema quedó clara.

CONCLUSION DEL TEMA:
EL AMOR NO ES UN COMERCIO O INTERCAMBIO.
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