lunes, 16 de julio de 2007

17.- "Tu sexualidad vive conmigo"

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Mi Diario Reunión del veinte de septiembre de 2003.
Segunda parte del mismo tema.
A veces es y debe ser sexo o sexualidad en la pareja humana, pero siempre en el contexto del amor.

Carta a Agustín.

Aunque en el amor de la pareja humana la sexualidad tiene un lugar importante, en la esencia del amor humano no está la sexualidad. El amor esencialmente es siempre el mismo, “lo” mismo.
El amor a Dios y de Dios, el paternal, el maternal, el fraternal, el amical, de amigos, el amor a los enemigos, el al resto de toda la humanidad, a los animales y a la naturaleza no tienen o no deben tener ningún componente sexual. Y son amor y a veces amor con mayúscula.
Sólo en el amor de la pareja humana tiene un lugar adecuado y en ciertos momentos de la evolución de la pareja “privilegiado” su componente sexual.
Es una nota característica, debe estar para que sea amor, pero no es una parte de su esencia. Sin ella ya no sería amor, aceptando la evolución natural de la sexualidad humana hacia su amortiguamiento y casi o sin casi desaparición con la fuerza de la edad y la entrada en la ancianidad. La sexualidad humana nace, crece, vive, llega a la plenitud y decae y muere.
Porque la sexualidad va evolucionando con la vida de la pareja. Al principio, en la juventud, es ardiente, está a flor de piel y brota muchas veces espontáneamente y casi sin causa. Aunque en la mujer se despierte más lentamente que en el hombre, hay mujeres que son muy apasionadas y entran en clímax espontánea y muy rápidamente.
Luego viene un periodo de más tranquilidad, de más serenidad. Está ahí y muy viva pero se despierta solo cuando la pareja se encuentra en situaciones determinadas, generalmente provocadas por ellos mismos.
Se va distanciando con la edad y auque a veces parece casi desaparecer, como a veces ocurre con la mujer cuando llega a la menopausia, y que tiene hoy remedio terapéutico fácil, cosa que no ocurre en otras muchas que mantienen su libido en esplendor.
Al llegar a la ancianidad, término muy indeterminado hoy en día en el tiempo u edad, suele apaciguarse casi totalmente, aunque el hombre por lo general la conserva durante mayor tiempo.
Esta es una causa, no estrictamente necesaria, del porqué una pareja en la que él sea algo mayor que ella mantiene evolución sexual más armónicamente y más a la par.
EL AMOR AUN EN LA PAREJA HUMANA NO ES SOLO SEXUALIDAD. Es mucho más completo, más total, porque abarca la totalidad del alma, del espíritu, aún abarcando la totalidad del cuerpo y abarca cómo no, ese maravilloso don de Dios a la pareja humana que es la sexualidad.
Un abrazo fuerte, Agustín. Tengo también presente en mis oraciones a mi encantadora sobrina Pilar, no sé si para pedir o para agradecer, pues goza ya en la paz del Padre, esperándonos.
Carlos.

Reunión de grupo:
Claro que en la pareja humana y en el matrimonio cristiano, normalmente, debe haber sexualidad y potente sexualidad. Para eso lo hizo Dios, como fuente de unión y de procreación. Pero la sexualidad aunque es una nota característica del amor de pareja no está en la esencia del amor, de todo amor, ni siquiera del amor de pareja, y excepcionalmente por salud, enfermedad, edad, mutilación, puede desaparecer, disminuir o cambiar de formas y límites, de expresión y manifestaciones, de efervescencia y de apasionamiento. ¡Cómo deseo que retomemos el tema del segundo día de cursillos, “La sexualidad, signo y forma de la unión y de la fertilidad de la pareja humana”!
Pero aún nos queda la tira en el tema del amor para redondearlo y culminarlo.
Ten paciencia, Ana, que todo llegará a su hora y cuando nos venga mejor a la pareja y al grupo. Pero tengo verdadera curiosidad, que cotilla soy, por ver cómo piensan, no solo en el fondo sino sobre todo en “los ribetes”, Mónica, Isabela, María Chiara y Magdalena. ¡Qué rebuscaditas somos a veces las mujeres con nuestras propias amigas!


CONCLUSION DEL TEMA:
EL AMOR AUN EN LA PAREJA HUMANA NO ES SOLO SEXUALIDAD O PLACER.
“Quién no ama el placer no ama a su Creador. Quién abusa de él, tampoco”. Sentenció Carlos.
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