lunes, 16 de julio de 2007

07.- "Enamorarse.Enamoriscarse.Estar enamorada"

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Mi Diario a ventiseis de julio de 2003.-

Y aquí copia la respuesta de Carlos:

A Milagrosa.
“Enamorarse. Enamoriscarse. Estar enamorada.”

Mi querida Mila:
Ante todo gracias por tu carta pues hacía mucho tiempo que no nos comunicábamos.
Creo que desde el Cursillo de Tenerife, cuando eras novia de Bernardo. Sé que ese noviazgo se rompió y que no llegasteis a casaros por Rita, a la que he visto varias veces por Las Palmas con su flamante marido, Iñigo.
No es lo mismo, mi querida niña, enamoriscarse, enamorisquearse, enamorarse, que es una experiencia inicial del alma y la persona, que estar enamorada, que es una situación estable de los sentimientos del corazón y la voluntad de querer.
Con frecuencia, con mucha frecuencia se confunden el sentimiento de atracción hacia la otra persona, que será el complemento de la pareja, con la voluntad de querer nacida de la atracción y del cariño, convertido por la entrega en el amor.
El enamorisquearse es una sensación, un sentimiento, una atracción quinceañera, para entendernos. Es inmaduro y débil, aunque parezca tórrido y fuerte, y sin otra opción posible casi nunca.
No se ha purificado en el crisol de la maduración que de enamoramiento lo va haciendo amor. Claro que ya hay un germen de amor. Claro que se puede convertir hermosamente en amor. Pero por lo general aun no hay capacidad ni aceptación de sacrificio, ni de renuncia a nada de mi yo, ni de aceptación al tú cual es el tú. Esta todo muy mezclado con cierto egoísmo y deseo de posesión, con ensimismamiento en la persona del otro, elevándolo por la imaginación a un dios alado, con una confusión casi clavada en la retina de la belleza de ella, si es él, o una admiración deslumbrada por lo varonil, si es ella.
Su trato y hasta solo su presencia, producen sensaciones emocionales placenteras, nerviosismo, inestabilidad, zozobra e inseguridad. A veces casi no podemos articular las palabras o nos salen de la boca solo tonterías.
Cuantas ensoñaciones, cuanto soñar con los ojos abiertos, cuanto imaginar hasta lo más inimaginable, cuanto creer que el mañana feliz ya está dentro del presente de nuestra mente. Que de virtudes, cualidades, belleza, inteligencia, amabilidad, atenciones contigo, y hasta dinero, felicidad y futuro sin espinas, ponemos en el elegido...
Pero dejemos la teoría y entremos en tus problemas. Puede ser, examínate bien, que en toda tu actitud no hayan más que sentimientos bonitos, sensaciones placenteras, egoísmo y amor a ti misma, disimulado o envuelto en una capa, que parece generosa, de amor, deseo desmedrado de ser querida, necesidad de afecto, cariño y caricias, ímpetu por expresar tu sensibilidad amorosa y hasta un poco de sexo abierto ya y despierto en ti. Tienes todas tus apetencias sensibles a flor de pie. Ansiosas, desbordantes, desbordadas, en una casi infinita capacidad de querer y ser querida. Pero quizás te vas descubriendo a ti misma y no has descubierto casi nada al otro. No has llegado a ninguno de los dos “tú” que dices amar. No terminas de salir de ti, para llegar al otro. Por eso en verdad te da igual uno que otro, porque no amas a ninguno, sino la presencia de cualquiera de los dos para que llene tu afectividad y tu sensibilidad.
Crees amar a los dos, y en verdad no amas a ninguno de los dos. Si de verdad amara a uno de los dos no podrías por mucho que te atrajera, amar al otro, porque el verdadero amor es exclusivo y totalizante en la pareja humana.
Quien te diga que como pareja puede amar a más de una persona de verdad y a la vez, créeme que te está mintiendo. No tiene ni idea del amor y solo tiñe de amor su propio egoísmo, para justificarse. Pueden existir todas las demás cosas que acompañan al amor hacia dos personas pero no el amor mismo. Como puedes tú aceptar compartir el amor de pareja con una tercera. Te devorarían los celos. Sentirías que esa reserva, el amor a la otra, es una merma en la totalidad del amor que tú deseas y al que crees tener derecho en exclusividad.
Ves, si tu no lo aceptarías, y sentirías fraudulento un amor parcial para ti, lo verías solo egoísmo en tu pareja, tu no puedes de verdad sentir verdadero amor a Luis y Guillermo.
Solo hacia uno de los dos, o hacia ninguno de los dos, tienes un principio de amor. Eres tu quién debe descubrirlo. Y lo irá viendo claro cuando puedas compartir con él, con el elegido, la ausencia de tus estudios, la soledad en la lejanía sin caricias, abrazos y besos deseados con impaciencia, porque nadie sino él, podrá llenar el hueco de tu corazón con el amor del suyo.
Purifica tu amor. Aclárate. Y sé feliz.
Un abrazo fuerte, Carlos.

Reunión de Grupo:
Quede claro que en la reunión hubo diálogo y puntos de vista a veces casi opuestos pero al final complementarios.
Mónica, como no, Mónica, afirmó rotundamente que el amor en la pareja humana para que fuera no sólo verdadero amor, sino simplemente amor, debe ser personal e intransferible. Que era imposible que Milagrosa amara de verdad al mismo tiempo a Luís y a Guillermo con amor de enamoramiento.
Pedro añadió que se puede tener amor de amistad hacia dos amigas a la vez y un amor de amistad fuerte, que sin querer al estar juntos y sentirse muy bien, se puede confundir con amor de pareja, que por definición, pareja no trío o más, es exclusivo y total.
José Carlos, ay pillín me tendrás que explicar eso muy detalladamente, apostilló que se puede “desear eróticamente” a dos o más mujeres al mismo tiempo pero que solo es posible amar eróticamente, con amor de deseo y amor personal, a una sola mujer.
Yo solo sé, querido José Carlos, que solo te he amado a ti desde el principio de mi amor de pareja con todo mi amor personal y con todo mi corazón, y que ni quiero ni deseo amar a nadie jamás con este amor tan humano y apasionado con que te amo a ti.
Un beso fuerte y buenas noches. Ana.

CONCLUSION DEL TEMA:
EL AMOR NO ES UNA SENSACIÓN EMOCIONAL PLACENTERA.

Se despiden: Vacaciones de verano en Agosto.
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