lunes, 16 de julio de 2007

15.- "He vivida para mimarla y mimarla"

>
EL AMOR NO ES:
PRODIGALIDAD. DONACION EXCESIVA.

Mi Diario Reunión del trece de septiembre de 2003. Sábado.

EL AMOR NO ES HACER SIEMPRE EL GUSTO DEL OTRO.

Como siempre copio antes que nada las cartas o fotocopias que nos sirven para profundizar en el tema y ver un poco por donde van los tiros. Al final pondré unas líneas sobre la reunión del grupo y luego en letras grandes la conclusión general del tema.

Carta:
De David.
“He vivido para mimarla y mimarla.”
Hacer siempre el gusto del otro.

He vivido para mimar y mimar a Cecilia. Sabía que el amor era dar y dar, darse y darse. Todo mi tiempo, mis sentidos, mis fuerzas, mi alma y mi cuerpo se los dediqué cada minuto y cada segundo.
No sólo en las cosas de la casa, todo en la casa estaba a su gusto y en su orden, los muebles, los libros, el reparto de las habitaciones, las lámparas, los adornos, los cuadros, y hasta los cajones en donde guardaba mi ropa. Primero cuando en nuestro dormitorio la cómoda estaba sola, los cajones eran suyos, o de ropa de la casa, y yo tenía mis zapatos, mis pantalones, mis chaquetas y mi ropa interior en el cuarto de al lado en un gran armario. He de confesar para ser leal y honrado que ella también guardaba allí el resto de su ropa. No me importaba lo más mínimo. Ella tiene infinitamente más gusto que yo para la decoración, yo hubiera sido un vulgar y ella es todo gusto y estética, y del cuarto de baño a mi ropa había la misma distancia que hasta el dormitorio.
También en los amigos. Creo que yo no tendría casi amigos si ella no los hubiera hecho, conservados y tratados. De hecho yo era más amigo de sus amigas que de sus maridos, aunque fuéramos una piña de salir a cenar juntos todos los martes tras la Eutreya.
Sí, no tienes que preguntármelo. También en la cama. Mi placer era darle placer. Era una gata voluptuosa y apasionada. Caliente como un horno de fundir hierro. Mi gozo era su gozo, mi placer era verla en éxtasis, en el summum de la curva sexual femenina.
No puedo negar que yo también gozaba como un eliogábalo.
Pero las caricias eran todas para ella, y nunca le pedí nada. También es verdad que a veces arrancaba en adoración hacia mi y que mantenía la unión por encima de su cúlmen para que yo siguiera gozando.
Pero nuca le enseñé a dar. A darse. Sólo le enseñé a recibir, en el amor sí, no en su egoísmo, pero a ser siempre la amada y nunca la amante. Siempre procuré hacer su gusto, sus deseos, su placer, llenar su vehemencia amorosa y calmar sus ansias afectivas o sexuales.
Y hoy, Carlos, cuando ella por su constitución física y síquica ha llegado al reposo sexual, ni procura poner los medios farmacéuticos para tener unas relaciones afectivas y sexuales aceptables y posible, me deja que yo los ponga pero debo ser yo quien se lo pida y me preocupe, ni desea llegar al deseo, pues la naturaleza es sabia y nos da la calma cuando llegamos a cierta edad.
No se da cuenta, que aún siendo yo seis años mayor que ella, a mí me queda cuerda para rato y mi ardor sube como la espuma con el deseo, cuando a mi edad tantos hombres se quejan de ser casi impotentes. Una vez al mes, una vez al año. Yo cayo pues me da vergüenza decirles a “menores” una vez al día o una vez a la semana cuando menos.
Pero lo más gracioso, yo no me enfado ya, antes sí, es que siempre todo se hace y ha hecho a mi gusto y por el ordeno y mando.
En el fondo es una máquina de quererse a sí misma. Incluso cuando cree hacer tu voluntad o tu gusto está haciendo el suyo, pero está tan bien envuelto que hasta ella se cree que es el tuyo.
No, no puedo echarle las culpas. La culta es toda mía, que nunca le he enseñado a amar hacia fuera. Nuca le he enseñado de amada convertirse en amante para permitir al amante ser amado, y enseñarme a recibir como don de donación del amado.
Espero verte pronto. Hasta entonces un abrazo, David.

Reunión de Grupo:
Aunque el amor es darse y entregarse a fondo perdido, en las aportaciones de todos vinimos a concluir que no conviene callar y callar siempre sobre nuestros gustos y deseos. Que a veces debemos manifestar nuestras apetencias, sin exigencias, pero con claridad compartiendo con la pareja amada nuestros gustos, deseos, preferencias, ilusiones, y hasta fantasías sexuales o eróticas “normales”, puntualizo Isabela, sin desviaciones fuera de los límites de la propia naturaleza humana y de nuestra sexualidad, creada con sus límites casi ilimitados, pero límites al fin para que no deje de ser ni sexualidad ni humana, y regalo precioso de Dios, que hace que la pareja pueda llegar al más elevado clímax de placer pero también de entrega, añadió José Carlos.
Que lo más peligroso de la relación de la pareja es cuando se acaba el diálogo y uno calla y calla, o los dos, aunque sea por amor y entrega para darle al otro todo buscando su felicidad. Esto lo tenía muy claro Tomás, que es un cielo en cómo se expresa cuando se refiere a María.


CONCLUSION DEL TEMA:
EL AMOR NO ES HACER SIEMPRE EL GUSTO DEL OTRO.
EL AMOR BUSCA SIEMPRE EL BIEN DEL OTRO: EL AMOR ES BENEFICO.

>

No hay comentarios: